19 de diciembre de 2009
Por qué no
De tus mordiscos nacen tulipanes.
Tulipanes negros si te vas,
Violetas si te quedas y los
Riegas a besos
Y me llenas de ti
Un sopor insoportable si te vas
Y son negros.
Se me frunce el ceño amor,
Riego la oscuridad
De tus restos de mordiscos
A llantos.
No pegué mi oído
Al paso de cebra,
Para escucharte correr.
Correr con pies de cobre,
O pies de hierro oxidado.
No admiramos más estatuas.
Pero yo vigilo las aceras,
Por encontrarte.
El pirata de mis calles.
Me aferro a las farolas
Cuando me falta el aire
Y mi reflejo está solo,
En el charco de agua ocre.
Desenreda las calles,
Y estaré tumbada en la rotonda,
Esa rotonda de siempre,
Sacando estrellas de donde
No las hay.
Del cielo nocturno y opaco
Que no te prometí.
Siempre me pareció mentira
El echar de menos.
Se me antoja ahora algo permanente
Si te vas, cerdo, si te vas,
Y me dejas sola y tierna con tus restos
Regando la pena
Y besando inexistencias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Re acciona