Der Panther

Mientras avanza dibujando una y otra vez
con sus pisadas círculos estrechos,
el movimiento de sus patas hábiles y suaves
va mostrando una rotunda danza,
en torno a un centro en el que sigue alerta
una imponente voluntad.
RILKE


23 de enero de 2011

Las yemas de tus dedos
estaban
en mi lengua,
saladas
y eternas.
Permanecerá
su sabor
en mi lengua
eterno.

Las yemas de mis dedos
estuvieron en tus párpados
secos
marmóreos.
Ahora están
en el aire.
Viento.

Viento me queda.

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