Las yemas de tus dedos
estaban
en mi lengua,
saladas
y eternas.
Permanecerá
su sabor
en mi lengua
eterno.
Las yemas de mis dedos
estuvieron en tus párpados
secos
marmóreos.
Ahora están
en el aire.
Viento.
Viento me queda.
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Viento como mármol, recuerdos que pesan
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