mi infancia vomita
de gusto
sobre las faldas de mi madre
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Mientras avanza dibujando una y otra vez
con sus pisadas círculos estrechos,
el movimiento de sus patas hábiles y suaves
va mostrando una rotunda danza,
en torno a un centro en el que sigue alerta
una imponente voluntad.
RILKE
La infancia. La puta causa de nuestros miedos.
ResponderEliminarSe va haciendo uno mayor y no lentamente, por cierto..
ResponderEliminarIncreíble
ResponderEliminarQue metes la vida en tres versos
ResponderEliminarasco das
no manches!!!! las faldas de tu madre... qué buen poema!! un escribidor mexicano
ResponderEliminarDios de dios, Luz de luz. joía, qué poema!....qué barbaridad!
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