29 de diciembre de 2009
sin excusas
Me abrumas.
Nunca espero de tu parte rosas, una caricia, suavidades.
Supongo que es suficiente con este camino de madera sobre la arena,
el levante y la sal para que notes los enredos si palpas mi pelo.
Siempre, siempre, creo que de poco puedo servir. Aquí.
O contigo.
Tú ni siquiera te haces a la idea de eso, de que me abrumas.
Cada uno en su atmósfera, nada de besos dulces, o agrios.
Se nos daría tan bien burlarnos de la gravedad,
o volvernos caníbales y no dejar recoveco sin mordisco...
Si te pienso se me hace la boca agua,
nunca lo espero pero por qué no.
Un guiño, engancharnos y romper todos los cristales.
¿Necesitas ron para echar a volar?
No seamos idiotas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Re acciona