Der Panther

Mientras avanza dibujando una y otra vez
con sus pisadas círculos estrechos,
el movimiento de sus patas hábiles y suaves
va mostrando una rotunda danza,
en torno a un centro en el que sigue alerta
una imponente voluntad.
RILKE


17 de enero de 2011

I

Todo el mundo sabía que era una mujer bala, única persona digna de enfrentarse al espejo. A los catorce años empezó a vendarse el pecho para ser más aerodinámica, y se afeitó el cráneo. En su trayectoria fue a parar al centro del ventrículo izquierdo de Dios, y al centro del ventrículo izquierdo de Alá, y al centro del ventrículo izquierdo de Jehová. A pesar del genocidio divino, los astros de todo el universo siguieron sus caminos en la misma dirección, a la misma velocidad: eso es porque no hacen falta superhombres, sino pulidas mujeres bala.


 II

Llevaba las uñas azules, rímel corrido y el pelo permanentemente enredado. El tipo la había abandonado por una que llevaba las uñas rosas, brillo de labios y pelo planchado. Destruida, se preparaba canutos de tres en tres y fumaba en todos los cuartos de baño. Ya no tenía pulmones, ni estómago, ni cerebro, ni sangre: todo eran dunas de pólvora, que a veces se le veían si volaba su falda. Todo el mundo sabía que era una mujer bala. Juró incrustarse en el corazón del tipo en cuanto el viento fuese de levante.

2 comentarios:

  1. Tú si que eres una mujer bala y poco a poco nos estás matando a todos. Me encanta, Elenita, me encanta...

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  2. Con el 1º no tuviste suerte con los micros de la Ser. Es muy dificil.
    El 2º a mí personalmente me ha encantado.
    Un saludo.

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